El futuro de la Tierra
Estimados amigas y amigos de ELIANT:
En los últimos doce meses, marcados por el COVID-19, hemos sentido y experimentado cuán importante es la naturaleza para todos nosotros. Aquellos que habéis tenido la posibilidad de salir a pasear larga y distendidamente, de trabajar en el jardín, de experimentar con detención la belleza de las montañas y el murmullo infinito del mar, os habéis dado cuenta de la fuerza y también del consuelo que todo ello nos puede dar. Y aquellos que no habéis podido hacerlo, lo habéis extrañado de una manera particularmente dura.
La Tierra es nuestro hogar y nuestra fuente de existencia. Sin embargo, nunca antes había estado en tanto peligro como ahora en nuestros tiempos. A la crisis ecológica con sus múltiples causas económicas y a la extinción masiva de plantas y animales que no termina de suceder, se suma la crisis climática causada por la humanidad. Como consecuencia de ella tanto las personas como la naturaleza padecen lluvias cada vez más torrenciales, que provocan inundaciones y deslizamientos de tierra grandes y pequeños, así como pérdidas de las cosechas producto de la erosión del suelo y de periodos de sequía nunca antes vistos.
¿Qué podemos hacer? ¡La Tierra necesita que la ayudemos ahora! Seguir con todo tal cual porque tenemos todo lo que necesitamos y los países donde hay escasez están lejos de nosotros, es algo que no se puede hacer. Cada vez más personas piensan de esa forma. Y qué satisfactorio es que podamos ayudar cuando queremos hacerlo. Cada uno de nosotros puede poner en marcha la rueda en su entorno y hacer una contribución al respecto. Un gran estudio del Instituto de Investigaciones para la Agricultura Orgánica (FiBL, por sus siglas en alemán) publicado en «Nature Communications» ha dejado esto en evidencia de una forma impresionante y detallada:
- Al comprar productos orgánicos estamos contribuyendo a la fertilidad del suelo. Más información al respecto en este estudio de Boston Consulting Group.
- Para poder producir suficientes alimentos para toda la población mundial, hay que utilizar las superficies agrícolas solo para la alimentación humana. Esto supone reducir de forma drástica las poblaciones de cerdos y gallinas, y alimentar a las vacas, cabras y ovejas solo con forraje basto. Esto tiene como consecuencia que debemos reducir nuestro consumo de carne al menos un tercio. Y como esto es saludable también, es algo que tenemos que acometer con un gran gusto. El consumo diario de carne es responsable de muchas enfermedades de la civilización, por lo que una ingesta de carne una a dos veces por semana combinada con una alimentación variada y equilibrada beneficia la salud.
- Hay que reducir los desechos alimentarios, en especial en el hogar.
Es necesario hacer profundos cambios en nuestro estilo de vida. Encontraréis más información en nuestra página web en el apartado «Novedades».
La particularidad y el valor de la Tierra, que hace posible que podamos vivir en ella, han sido descritos por los astronautas de la sonda Apollo: «Cuando miramos a la Tierra desde el espacio, vemos a este planeta increíble e indescriptiblemente bello, que parece un organismo vivo y que respira, pero que a la vez parece extremadamente frágil». En este momento, mientras estamos en búsqueda de signos de vida en Marte al mismo tiempo estamos destruyendo nuestra propia fuente de existencia en la Tierra. Esperamos encarecidamente que este boletín contribuya a cambiar esta situación.
En nombre del equipo de ELIANT, recibid un saludo con nuestros mejores deseos.
Atentamente,
Michaela Glöckler
¡Os agradecemos muy cordialmente cualquier donación!