La lucha por la paz mediante técnicas de desescalada
¿Cuál es la misión de la sociedad civil en tiempos de crisis y de guerra?
Estimados amigos y amigas de ELIANT:
¿Cómo se lucha por la paz?
Un episodio de guerra como el que vivimos desde el 24 de febrero de 2022 y cuyo fin es difícil de predecir no solo es una idea difícil de aceptar, sino que una realidad del día a día aún más difícil de asumir. En primer lugar, duele ver que, hasta ahora, ninguno de los responsables de estas acciones bélicas haya incorporado a sus procedimientos estratégicos y a la comunicación medial de sus decisiones las competencias que están ancladas en todos lados en la sociedad civil, en la que uno se esfuerza de forma activa por lograr un entorno social saludable y por conseguir la paz en un contexto reducido. Cuando las dos partes en conflicto solo entablan demandas a su contraparte y se centran solo en la imagen del enemigo, desaparecen las posibilidades de conseguir la desescalada. ¿Cuánto tiempo, cuánto dinero y cuánta energía se ha destinado a los debates sobre las sanciones y el material bélico y, por el contrario, cuán poco esfuerzo se ha invertido en los posibles intentos de mediación y en estrategias que conduzcan a la desescalada?
Si bien es legítimo decir que a partir de cierto grado de escalada la justicia, la libertad y la dignidad solo se pueden defender con las armas y que el pacifismo tiene límites, también es necesario que, por otra parte, se continúen usando las medidas de desescalada y los esfuerzos diplomáticos de forma continua y activa, en especial por parte de Austria y Suiza, que no forman parte de la OTAN y que, en su condición de estados neutrales, han brindado a menudo buenos servicios como mediadores.
En términos generales, todos sabemos que la paz no es algo que pueda darse por supuesto, sino que el resultado de un trabajo duro. ¿Cuándo fructifica una relación? ¿Qué mantiene la cohesión de una amistad a pesar de las diferencias? ¿Qué pone en riesgo la «armonía de la vida familiar», de una fiesta colectiva, de un buen ambiente organizacional y de cualquier forma de trabajo en equipo? Los esfuerzos de paz se nutren del interés por el otro, precisamente porque el otro es diferente a uno mismo. Debido a que uno quiere conocerse de verdad, a que respeta las particularidades, los intereses y las costumbres de su contraparte y a que no teme a los procesos de aprendizaje social, pueden llevarse a cabo desarrollos constructivos. A ello puede contribuir la participación en cursos de comunicación sin violencia, de mediación y, en el caso dado, de la utilización de asesoramiento profesional.
Sobre la base de estas consideraciones y en vista del amenazante peligro de nuevas escaladas y de los daños colaterales imprevisibles en términos económicos y sociales, como la violencia, el hambre y la miseria en muchos países y regiones, enviamos este boletín también a los miembros del Parlamento Europeo con la petición de que hagan todo lo que esté a su alcance para que, paralelamente a las medidas de sanción y a las decisiones de acuerdo para el envío de armas, se trabaje también en las condiciones para lograr una solución pacífica con un compromiso igual de fuerte. Esto porque, aunque esta guerra dure años, en algún momento habrá que trabajar en un nuevo orden de paz. ¿Por qué entonces no trabajar en ello ahora mismo de forma decidida y en todos los niveles? La retórica bélica unilateral de nuestros principales medios de comunicación necesita también de un complemento comprometido con la lucha diplomática por la paz mediante técnicas de desescalada y mediación.
¿Por qué esperar entonces a que el dolor y el sufrimiento sean tan grandes que ya no quede más remedio que negociar la paz futura sobre escombros?
Como parte de nuestros esfuerzos en pro de la paz, agradecemos haber contado con el asesoramiento del Prof. Fritz Glasl, un mediador austriaco con amplia experiencia en conflictos internacionales, quien también firma con gusto el presente boletín.
Un saludo cordial,
Michaela Glöckler y Friedrich Glasl
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¡Muchísimas gracias!