Agricultura resiliente y alimentación
La agricultura actual se caracteriza sobre todo por una disminución progresiva de la fertilidad de los suelos, un uso elevado de pesticidas (especialmente neonicotinoides de efecto sistémico), así como por una pérdida significativa de la biodiversidad y la cría de ganado intensiva con un uso desmedido de antibióticos. A eso se suma el uso de semillas modificadas genéticamente, que tampoco está libre de problemas. Los efectos de lo anterior son conocidos por todos: enarenado de los suelos, debilitamiento del ecosistema, pérdida de calidad en los alimentos y el desarrollo de resistencias a los antibióticos, las que también se manifiestan en las personas. Este tipo de agricultura contribuye a la crisis climática y pone en riesgo la seguridad alimentaria.
El camino hacia el futuro está en la agricultura resiliente, tal como la ha venido practicando el método biodinámico desde 1924. El agricultor que trabaja su finca según los principios de Demeter lo hace con gran respeto por los procesos vitales, la vitalidad del suelo y el derecho de los animales a su integridad. Esto se traduce, por ejemplo, en que todas las vacas Demeter tienen sus cuernos intactos o que la fertilidad del suelo y la salud de las plantas se fomentan con preparados de sustancias finas elaborados en la misma finca.
Sin embargo, para poder garantizar productos de calidad, los agricultores dependen de precios que les permitan asegurar la viabilidad de la finca en el futuro, por una parte, pero también de una colaboración social fiable con los compradores de ellos, por la otra.
Demeter representa esta agricultura resiliente y es la marca de los productos obtenidos con el método de cultivo biodinámico que posee directrices homogéneas en todo el mundo. Es una agricultura universal que se practica en todos los continentes.
La Federación Biodinámica Demeter Internacional (BFDI) y la Asociación Biodinámica Internacional (IBDA) trabajan de la mano con ELIANT para que la normativa legal europea no limite innecesariamente los métodos de trabajo biodinámicos y de esa forma puedan seguir aportando a la calidad de los alimentos, la protección del medio ambiente y la diversidad de las especies.
