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Alianza Europea de Iniciativas
para la Antroposofía Aplicada

Un bien preciado y cada vez más escaso: las tierras agrícolas

Estimados amigos de ELIANT:

La extensión de las superficies de cultivo agrícola están disminuyendo en todo el mundo y Europa no constituye ninguna excepción. Esta tendencia se explica, por una parte, por la construcción de caminos y la constante sobreedificación de espacios habitables, pero particularmente por la creciente erosión del suelo. Esta última tiene sus causas en el empleo de técnicas inadecuadas de cultivo, el uso prolongado de herbicidas de gran alcance y el omnipresente cambio climático, entre otras cosas. Una situación que se contrapone con el aumento de la población en el mundo y el consiguiente incremento de la demanda de alimentos.

La investigación y la práctica han demostrado que los cultivos biológicos-dinámicos y los cultivos orgánicos pueden detener la erosión del suelo, pero no sólo eso: la agricultura biológica-dinámica también puede transformar un desierto en un oasis florido como en Sekem. Por ello, es esencial que estas superficies se sigan cultivando de forma sostenible a fin de mantener la fertilidad de las tierras.

La oferta de tierra disminuye, la demanda aumenta

Cuando hay tierras a la venta, en la mayoría de los casos, estas se adjudican al mejor postor. Sin embargo, el objetivo de los operadores ecológicos no es lograr un gran rendimiento, sino contar con un suelo fértil y con plantas y animales sanos. Por ello, este tipo de agricultores o comunidades agrícolas no cuenta, en la mayoría de los casos, con el capital necesario para adquirir tierras, por lo que estas pasan a empresas de desarrollo inmobiliario o a inversionistas internacionales.

Tierras para la producción de alimentos sanos

Demeter International, una organización asociada de ELIANT, y la Asociación Internacional de Agricultura Biodinámica (Internationaler Verein für biologisch-dynamische Landwirtschaft) contribuyeron en 2012 a la financiación de un estudio sobre el rescate de tierras. En este se investigó no solo el mercado europeo de tierras, sino también las nuevas formas de propiedad de tierra agrícola como las exitosas iniciativas Terre de Liens, en Francia, y Regionalwert AG, en Alemania. Por medio de estos proyectos, la sociedad civil, los ciudadanos y ciudadanas, colocan tierras en condiciones favorables a disposición de los agricultores para que ellos las cultiven. Así los agricultores se pueden concentrar en la producción de alimentos sanos y la fertilidad del terreno.

Como resultado del estudio, también se creó Kulturland eG, una organización que compra tierras de común acuerdo con agricultores y comunidades agrícolas para ponerlas a su disposición a largo plazo en condición de alquiler. Otra iniciativa que ha comenzado sus operaciones hace poco es la BioBodenfonds Genossenschaft del GLS-Bank. En este mismo ámbito operan el Biodynamic Land Trust en el Reino Unido, y la Verein für biologisch-dynamische Landwirtschaft, en Suiza.

¿Qué podemos hacer los ciudadanos?

Las tierras cultivadas de forma sostenible son un bien cultural y un requisito para la producción de alimentos sanos. Por ello, usted también puede ayudar y colaborar con estas iniciativas sostenibles con un aporte anual, un préstamo libre de intereses o una donación.

Nosotros también agradecemos sus aportes a ELIANT para seguir informando a Bruselas y a la opinión pública sobre estos nuevos proyectos sociales para conservar el suelo para la producción sostenible. ¡Reciba de antemano nuestro cordial agradecimiento!



Atentamente,
Michaela Glöckler